La calle de El Ejido de Dos-Hermanas

En recuerdo de un antiguo campo común del pueblo

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La calle Ejido de Dos Hermanas 1966

Los primeros años del siglo XIX vieron el nacimiento de la calle El Ejido, que comenzaría a edificarse en la zona próxima a la actual plaza del Emigrante, donde se levantaría sobre un pequeño ejido, esto es, una porción de tierra de propiedad municipal y destinado al uso público. Allí iban a pastar el ganado de los vecinos. Este ejido formaba parte del llamado ruedo de San Sebastián, topónimo este último que llegaría hasta bien entrado el siglo XX.

Esta calle vendría a conectar la zona sur de la villa con el camino que de Sevilla se dirigía a Los Palacios, en el lugar conocido como el “Paraero de los Carros”.

En el padrón de la contribución general de 1819 (primer padrón en el que aparece recogida, en este caso con el nombre de “Exido”), se reseñan veintitrés casas, destacando la casa de los herederos del presbítero Diego Delgado, donde se vendía vino al por menor, o la hacienda de las Botijas, propiedad de don Ramón Liberal (heredero de la familia hidalga de los Rivas) y de la que ya no queda resto alguno. También vendía vino en esta vía Miguel Rubio Barbero.

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La calle concluyó el siglo XIX siendo terriza, con cuarenta y nueve casas y 221 habitantes, lo que denota su rápido crecimiento demográfico.

Cuando en 1903 llegó la luz eléctrica a las calles de Dos-Hermanas, esta de Leguina Vidal no se vio beneficiada por este adelanto. Tampoco por entonces estaba adoquinada y apenas fue reparada por el consistorio, a diferencia de otras más céntricas.

Una calle comercial

Asimismo, ya hemos visto que desde el siglo XIX esta calle tuvo un cierto carácter comercial. Entre los comercios que estaban abiertos en la época de la posguerra en esta histórica vía se encuentran la tienda de calzados de José Valero Sausano, la carbonería de Isabel Toro Saborido, la tienda de muebles de Miguel Calvo, el bodegón de Dolores Barbero Muñoz, las tiendas de comestibles de Eulalia Durán Rodríguez y de Alfredo Delgado de Cos o la cafetería de Antonio Gómez Almazán. Asimismo, destacaban las tabernas de Manuel Cabezuelo Pérez y de Manuel Martínez Riscardo.

En la década de 1940 se procedió al adoquinado de esta calle. Y hace unos años se acometió un nuevo arreglo de la calle que le dio su aspecto actual.

Plano de la calle y sus alrededores, de 1903.

¿Qué nombres tuvo?

Desde el momento de su aparición, en los albores del siglo XIX, se conoció a esta calle como “del Ejido” o “del Ejido Grande”, por emplazarse en los terrenos de un antiguo ejido de la villa.

Con ese nombre continuó a lo largo de aquella centuria hasta que en 1897 los capitulares nazarenos deciden bautizarla con el de “Leguina Vidal”, en honor a Enrique Leguina Vidal (1842-1923), gobernador civil de Sevilla y barón de la Vega de Hoz, quien en junio de ese año visitó Dos-Hermanas. Además de dedicarle esta calle, se le concedió el título de Hijo Adoptivo de la Villa.

Con tal denominación estaría hasta 1937, cuando se le cambia el nombre por el de “General Cabanellas”, por Miguel Cabanellas Ferrer (1872-1938), presidente de la Junta de Defensa Nacional entre julio y septiembre de 1936.

Mantendría esa denominación hasta que en el pleno de 26 de septiembre de 1979 se le devuelve su nombre tradicional “El Ejido”, que actualmente mantiene. Pedro Sánchez Núñez, en su interesante libro sobre el nomenclátor de Dos-Hermanas, apunta que el nombre que se le impuso en aquel mencionado pleno fue el de “El Lejío”, “dando por bueno el vocablo incorrecto que utilizaba la gente. Será algunos años más tarde, y tras diversos comentarios irónicos, algunos de ellos publicados en la prensa diaria, cuando se sustituye el rótulo colocado en la calle”.

Rótulo de la calle El Ejido de Dos Hermanas

Vecinos destacados

Entre sus vecinos más ilustres se encuentra Jaime Carbonell Moncades (fallecido en 1891), mallorquín afincado en Dos-Hermanas a mediados del siglo XIX, que fue concejal en los años del Sexenio Revolucionario (1868-1874), y hermano mayor de la hermandad de la Vera-Cruz en varias ocasiones (1872-1873; 1874-1875; y 1876-1885).

Foto de cabecera: Vista de la calle de El Ejido a mediados del siglo XX. Colección de David Hidalgo.


SABÍAS QUE… ?

En 1919, estableció en esta calle Antonio Muñoz Benítez, “el Laico” (1879-1936) su escuela racionalista, después de haber estado instalada unos años (1914-1919) en la calle del Canónigo.

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