Apenas vaticinaron;
nos dijeron que venía
un invierno de sequía
entre terrones,
que al poco empezó a llover
y hoy sólo se dejan ver
inundaciones.
El campo no traga más.
Los pantanos se atragantan
y a dehesas las suplantan
—con las mismas—,
un Rocío improvisado
dejando al campo asolado
entre marismas.
San Pedro: para un poquito;
olvida ya las plegarias
de tanta llorera agraria
por la lluvia,
que en breve dará comienzo,
de entre torrijas, el tiempo
de la gubia…
No te cortes, cierra el grifo.
Despinta el cielo de negro.
Acuérdate de este pueblo
sevillano,
que, lejos de ser regante,
es más cigarra cantante
y de secano…