Con el deber cumplido, los rocieros nazarenos hicieron su entrada en la ciudad el pasado jueves. La Hermandad de Dos Hermanas completaba un nuevo camino hasta la Blanca Paloma, como también lo hizo la Hermandad de Montequinto, que entraba en su barrio el miércoles por la tarde, tras peregrinar con la Hermandad Castrense.