Como si nada hubiera pasado y tras una aciaga Cuaresma marcada por las lluvias, el sol apareció en la jornada del Lunes Santo con ganas de Semana Santa y de disfrutar de las procesiones en la ciudad de Dos Hermanas. Con un día radiante de primavera y sin necesidad de consultar partes meteorológicos o de barajar retrasos en la salida, la cofradía de la Santa Cruz se puso en la calle ante la espera de un barrio que la aguarda cada año.
Y es que no hay mejor expresión del concepto de cofradía de barrio que el que se vive cada Lunes Santo en la feligresía de La Oliva, como un día después, con los vecinos de Las Portadas y su Hermandad de Pasión.
Su gente sale a la calle para acompañar al Cristo de la Presentación y a su Virgen del Amor y Sacrificio en una cofradía que se hace puente entre la periferia y el centro de la ciudad, con un cuerpo de nazarenos que sigue en aumento año tras año y que ya alcanza la cifra de los 570 en este 2018.
Más de centro
Este año, tras las clásicas estampas que deja este cortejo de capirotes celestes a su paso por la Avenida 28 de febrero, junto al Parque de La Alquería, y mientras cruza la pasarela que lleva el nombre de su Cristo, la cofradía cambió su itinerario para llegar a la Carrera Oficial.
Este Lunes Santo, Santa Cruz se acercó a las marismas almonteñas, a través de la corporación del Rocío de Dos Hermanas, a la que se presentó en su casa hermandad. Dejándose ver por otras zonas del centro de la ciudad, no habituales en su recorrido, como Lope de Vega o Rivas, para enfilar, en un tramo recto, con el que disfrutar del izquierdo por delante del misterio, por la calle Santa Magdalena, casi completa, hasta Los Jardines.
 |
 |
Un paso que sigue avanzando poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, hasta convertirse en el gran barco de la Semana Santa nazarena. En este Lunes Santo se estrenaba el dorado de la delantera y trasera de los respiraderos, a juego con el de la túnica morada del Señor.
Y la Virgen del Amor y Sacrificio, de nuevo, como sagrada enfermera que vela por las personas más necesitadas, volvió a lucir en su candelería un cirio de la Asociación Española contra el Cáncer y la Fundación Angelman. En una tarde de estreno musical con la marcha Costalero de Lunes Santo de Francisco J. Lozano Berto.
