No es momento de llorar, o sí, qué importa donde nos lleven los sentimientos que brotan del corazón.
No es momento de ser duro, o sí, si nos conduce a mantenernos erguidos para afrontar lo difícil del trance.
No es momento de estereotipos o sí, si conseguimos que el alma no se nos rompa de dolor por la muerte…
No desperdicies lágrimas frescas en dolores pasados. Eurípides