Valme, amiga de las madres, tu posees una familia grande de este pueblo eres Reina y Madre.
Los jinetes van a acompañarte, visten que es un primor, con su fe, valentía y tanto amor.
Se sueña con ese día que es verdadero y su alegría. Se oyen vivas, se canta, se come y se bebe más que otro día.
El pueblo se queda muy solitario mientras los fieles rezan el rosario.
Y las madres que murieron te saludan desde el cielo.
Yo tengo una alcancía y la romperé ese día para llevar los euros a la romería, y los músicos siguen el ritmo a tu paso.
Y como día grande que es llevas a las autoridades y a todos, disfrutamos a lo grande de la Virgen en la calle.