EL COMPORTAMIENTO de nuestros potenciales clientes ofrece información valiosa sobre las tareas que afrontan, cómo las resuelven, qué necesidades satisfacen, qué miedos u obstáculos deben vencer y qué resultado esperan obtener. Tony Ulwick (CEO de Strategyn) clasificó estas tareas por hacer (o Jobs to be done en Inglés) en 8 etapas, y cada una nos brinda una oportunidad de innovar.
Para entender mejor estas etapas imaginemos que queremos enviar un paquete postal:
1. Definición: Para empezar definimos en detalle la tarea haciendo una lista mental de todo lo necesario. Incluirá el objeto a enviar, embalaje, precinto, etiqueta con los datos de envío. También debemos encontrar una agencia de transporte que haga el envío a buen precio. Emocional y socialmente puede haber también componentes a tener en cuenta. Quizás nos da pereza tener que perder un rato buscando precios de agencias de transporte en Internet.
2. Localización: Tras intentar localizar y reunir lo necesario, tenemos todo menos la caja de cartón, que hemos tenido que adquirir en una tienda cercana.
3. Preparación: Antes de armar el paquete debemos realizar ciertos preparativos como imprimir los datos de envío en la etiqueta o encontrar la compañía de mensajería más adecuada.
4. Confirmación: Comprobamos que tenemos todo lo necesario para elaborar el paquete postal a enviar antes de proceder.
5. Ejecución: Embalar, precintar y etiquetar el envío, además de entregarlo en la oficina de la empresa de mensajería (o estar disponible cuando lleguen para recogerlo).
6. Seguimiento: Consultamos en la web de la empresa de transportes el código de seguimiento del envío para verificar que sigue su curso correctamente y sin problemas.
7. Modificación: El destinatario nos comenta al día siguiente que el envío no ha llegado, así que volvemos a contactar con la empresa de transportes, que nos deriva a un repartidor que nos confirma que entregará el paquete al día siguiente porque no ha podido completar la ruta.
8. Conclusión: Recibimos confirmación de la entrega del envío y damos por concluido el trabajo.
Lo interesante es que sea cual sea la tarea a realizar el patrón que sigue es el mismo (estas 8 etapas), lo cual nos ayudará a analizar a nuestros potenciales clientes para innovar y generar oportunidades de negocio a partir de sus deseos o frustraciones: un comparador de tarifas de
envíos (como packlink.es), un servicio de embalaje y etiquetado rápido ofrecido directamente en las oficinas de las agencias de mensajería, un sistema de seguimiento que envía notificaciones al móvil, etc. ¿Cuáles serían esas 8 etapas en el caso de las tareas por hacer de tus clientes?
PROYECTO DE LA SEMANA
Un espacio de trabajo diferente (y más barato) en pleno centro de la ciudad.
El concepto de coworking o espacio de trabajo compartido no es nuevo, aunque en los últimos años se ha extendido a partir de las principales ciudades del mundo.
Muchos profesionales libres como abogados o procuradores, ingenieros, arquitectos o diseñadores, periodistas, consultores, comerciales, etc. quieren tener presencia en el centro de la ciudad, cerca de los juzgados, instituciones o entidades financieras, pero no a cualquier precio. Aun así, el ahorro en costes que supone es lo de menos: un espacio de trabajo compartido de tipo coworking está diseñado para fomentar la colaboración, la productividad, la inspiración, la creatividad y la interacción social, además de ayudarnos a ganar visibilidad o reforzar la imagen de nuestro negocio.
Celia Benítez se planteó la meta de abrir un espacio de estas características en Dos Hermanas, y ahora es una realidad que acaba de abrir sus puertas en el pasaje La Mina. Tiene un diseño profesional, cómodo y atractivo que dispone de una sala de trabajo con Internet de alta velocidad, mobiliario en madera y cuero, acceso a impresión, sala de reuniones, aseo y un office con nevera, cafetera y todo lo necesario para hacer una pausa durante la jornada.
Más información en: coworkingdoshermanas.com.