1931. Nazarenos, ¡Viva la República!

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1931. Nazarenos, ¡Viva la República!¿Qué más crisis quieren que la de un país que se acuesta monárquico y se despierta republicano?

 

Esto fue lo que contestó el presidente del Consejo de Ministros Juan Bautista Aznar a un periodista que le preguntó si las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que dieron el triunfo de las candidaturas republicanas en las principales capitales de provincia españolas, abrirían una crisis gubernamental. Aquellos comicios fueron convocados con el fin de volver poco a poco a la normalidad constitucional tras la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

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Pero a medida que se iba acercando la fecha, fueron presentándose como una especie de plebiscito a favor o en contra del viejo sistema de la Restauración y, por ende, de la propia Monarquía. Llegado el día señalado, 12 de abril, las elecciones arrojaron un resultado casi esperado: el triunfo de la alianza republicana-socialista en Madrid y en 45 de las 52 capitales de provincia fue aplastante. En cambio, en el ámbito rural, donde el caciquismo continuaba teniendo un peso importante, ganaron las candidaturas monárquicas. De hecho, en Dos-Hermanas esas candidaturas monárquicas se alzaron con la victoria al conseguir todos los concejales que constituían el consistorio, barriendo, de esta forma, a los republicanos. El más votado fue el candidato albista Juan Antonio Carazo Gómez, que ya había sido alcalde en dos ocasiones.

Aquel triunfo electoral de los republicanos en el ámbito urbano precipitó los acontecimientos y, finalmente, el 14 de abril de 1931 Alfonso XIII, viendo que no contaba con el firme apoyo de la Guardia Civil y de buena parte del Ejército, partió hacia el exilio. Ese mismo día se proclamó oficialmente la II República en la Puerta del Sol de Madrid.

1931. Nazarenos, ¡Viva la República!

Sobre las seis de la tarde se conoció en Dos-Hermanas la noticia de que en los edificios públicos sevillanos y del resto del país estaban ondeando las banderas republicanas. Rápidamente se formó un comité republicano-socialista encabezado por Fernando Fournon Raya, que, sin pérdida de tiempo, se personó en el consistorio nazareno con la clara intención de tomar el poder. En las casas del ayuntamiento se vivieron momentos de cierta tensión, pues el alcalde Joaquín Jiménez López se negaba a abandonar su cargo. Poco podía hacer Jiménez ante la evolución de los acontecimientos. A las nueve de la noche, se reunieron en el despacho de la alcaldía Jiménez López, Fournon, el secretario municipal, Juan Tamariz-Martel, y varias personas más, cuyos nombres no se recogieron, pero, presumiblemente, serían miembros del citado comité republicano-socialista. Dicha reunión se inició con la lectura, por parte del secretario, de un oficio del Gobernador Civil, con fecha de ese 14 de abril, en el que literalmente se decía: “Encargado de este Gobierno Civil por el comité ejecutivo del Gobierno Provisional, ordeno a usted se sirva entregar esa alcaldía al jefe del partido republicano de esa población don Fernando Fournon”.

{xtypo_rounded4}El retrato de Alfonso XIII, defenestrado
Protagonista involuntario de aquella proclamación fue el cuadro con una fotografía del rey Alfonso XIII (1886-1941) que presidía el despacho del alcalde de Dos-Hermanas. Era de forma ovalada, y en el retrato aparecía el monarca sentado, vestido con uniforme militar (muy común en él, lo que tanto molestaba a muchos españoles). Fue adquirido junto con otro de iguales características en 1925 en la fábrica sevillana de cuadros, espejos y molduras Pueyo y Compañía, costando ambos la cantidad de 127,50 pesetas.{/xtypo_rounded4}

Acto seguido, el alcalde saliente entregó a Fournon “el bastón de mando, símbolo de la Autoridad” e inmediatamente el nuevo primer edil “declaró oficialmente proclamada la República en Dos-Hermanas con un ‘viva a la República’, que fue contestado con entusiasmo por los reunidos y el público que se encontraba presente”. Después, Fournon salió al balcón principal del consistorio, colocó sobre el mástil allí existente la bandera tricolor de la República, y pronunció un breve discurso ante el numeroso público congregado en la plaza todavía denominada de Alfonso XII (poco después cambiaría su nombre por la de Fermín Galán, militar fusilado en diciembre de 1930 por protagonizar una sublevación en Jaca a favor de la República). El alcalde Fournon terminó ese acto arrojando a la plaza el retrato oficial de Alfonso XIII que presidía el despacho del alcalde. El público congregado, que daba constantes vivas a la República, vitoreó aquel gesto de Fournon, y retiró apresuradamente la placa del nombre de la plaza, colocada en la esquina de las casas consistoriales.

De esta forma comenzó en nuestra ciudad una etapa cargada de esperanzas e ilusiones que, poco tiempo después, se vieron truncadas por los acontecimientos.

1931. Nazarenos, ¡Viva la República!Fournon Raya, el primer alcalde republicano
El gran protagonista de aquel acontecimiento había nacido en París en marzo de 1883, siendo hijo de François Fournon Blanch, natural de Marsella, y de la zaragozana Melchora Raya García. Con apenas catorce años llegó junto a su familia a España, estableciéndose en Almendralejo (Badajoz). En la capital de la Tierra de Barros trabajaría como tonelero con su padre y, en 1905, su familia acabó fijando su residencia en Dos-Hermanas, donde la industria de la tonelería comenzaba a tener gran prosperidad. Aquí trabajó en ese sector y, al poco, formó parte del grupo de republicanos de la villa, convirtiéndose en uno de sus principales exponentes. Tras su paso por la alcaldía nazarena, que apenas duró unos meses, se dedicó, principalmente, a su trabajo como tonelero, aunque en 1935-1936 ocupó el cargo de primer teniente de alcalde. Falleció en marzo de 1938.

1931. Nazarenos, ¡Viva la República!

 

 

Joaquín Jiménez López, el último alcalde monárquico
Nacido en Dos-Hermanas en 1866, fue el único alcalde nazareno que ocupó ese cargo en cuatro ocasiones (dos de ellas de manera interina o provisional): en 1908-1909;1913;1921-1922 y en 1931. Perteneciente durante la Restauración borbónica al Partido Conservador, sus mandatos se caracterizaron por una marcada inestabilidad política. Fue elegido alcalde, por última vez, el 30 de enero de 1931, después de que el anterior primer edil, Fernando Rivas García, fuera destituido por el Gobernador Civil.

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