el alma cuando un amigo se va”. A lo largo de este camino, muchas veces duros, de nuestras vidas, esta nos regala la presencia de un ser irrepetible al que nosotros tenemos la fortuna de conocer, una persona que su sola presencia estimula tanta bondad que todo aquel que está a su lado se siente dichoso. Así era mi amigo Cristóbal.
Se dice por ahí, que el título más valioso que alguien puede conseguir en esta vida, es el de buena persona, no lo conceden en la Universidad, sólo lo otorgan los valores y que el hombre se hace leyenda no por sus grandes hazañas sino por la nobleza de ellas.
No hay palabras para expresar lo que tú has significado para tantísimas personas a las que no dudaste en ayudar mientras pudiste, ya fuese desde la Asociación Vecinal Miguel Hernández ubicada, en el barrio en el que vivías, o en tu tiempo libre con otras entidades. Desde el día que te conocí pude darme cuenta que estaba tratando con una de esas personas buenas, con valores y un enorme corazón. Quiero que sepas que ser tu amigo ha sido todo un honor, que contigo pasé gratos momentos que nunca se borrarán de mi memoria ni de la de tantísimas personas de tu barrio y gran parte la ciudad, pues como no podía ser menos, una persona como tú tenía amigos en todas partes. Te echaremos mucho de menos. Buen viaje amigo mío.
A la memoria de Cristóbal Terrón, un guerrero de la luz.
