Tras una etapa muy televisiva, en la que se le ha podido ver en los programas La Banda de Canal Sur, en El Hormiguero de Antena 3, o en un concurso para formar parte de una ‘boy band’, Fabio Arrante se ha metido en la piel de Pinocho en un musical infantil.
Pinocho, un musical para soñar es un montaje de la productora Trencadís que afronta su tercera etapa en cartel, recorriendo toda la geografía española. Se trata del primer musical profesional para Fabio, aunque se iniciara en su etapa estudiantil en el IES Vistazul con este género y Aurora y los cuerpos grises, “con la que aprendí mucho hace 17 años”.
Tras pasar un casting el pasado mes de febrero y afrontar una etapa de ensayos intensos en Valencia, Fabio estrenó el musical en La Rioja en el mes de abril. Tras seis funciones, la última en Tenerife, llegó un parón por las vacaciones estivales, retomando este próximo fin de semana la gira en León, el día 29.
Fabio asegura que “me ha encantado meterme en la piel de Pinocho, aunque era un personaje con el no he empatizado nunca en mi infancia y no sabía cómo me iba a meter en la piel de un muñeco de madera”.
El director de la obra tenía claro, comenta el actor, “que no quería que me comportara como un niño, sino que fuera un niño”. Para ello, apunta, “tenía que quitarme la barrera de persona adulta y recuperar esa visión infantil de ir descubriendo cosas nuevas”.
Pinocho, un musical para soñar se ha tratado en su preparación como si fuera una obra dirigida al público adulto, aunque con temática infantil.
De este personaje, Fabio afirma que lo más complicado “es su energía, porque es desbordante, y nunca desaparece de escena”. Por lo que, añade, los ensayos fueron muy intensos, ya que “tenía que estar siempre en activo y si te salías de la energía, te comportabas como un adulto”.
Todo un reto para este artista de 30 años, en el que tiene que trabajar su faceta interpretativa, la de canto y la coreográfica.
Representarla en su ciudad
Hasta finales del mes de enero, Pinocho tiene una agenda apretada con actuaciones por toda la geografía española, con una decena de representaciones cerrada. A Fabio Arrante le gustaría que este montaje pudiera recalar en Dos Hermanas, en el teatro de su ciudad, al que le gustaría volver algún día.