1972. El juez abre diligencias y confunde restos humanos con la Canina del Santo Entierro

0
- Publicidad -

1972. El juez abre diligencias y confunde restos humanos con la Canina del Santo Entierro

Una carta en ‘El Correo de Andalucía’ aseguraba que se habían encontrado restos de un cuerpo en el caserón de los Rivas

Ha rozado el esperpento el juez de Instrucción de Utrera (a cuyo partido judicial pertenece Dos Hermanas) al abrir diligencias por la aparición de unos presuntos restos humanos en el Depósito de Enseres que el Ayuntamiento tiene en el antiguo caserón de los Rivas, en la céntrica calle Antonia Díaz. 

- Publicidad -

Una carta al director, aparecida en El Correo de Andalucía, denunciaba que empleados municipales habían encontrado restos humanos al limpiar, para su futuro derribo, el almacén del citado inmueble, en el que se construirá un ambulatorio de la Seguridad Social. El comunicante aseguraba que “los restos habían sido arrojados, sin la menos consideración, a un camión de la basura para tirarlos después al vertedero”. La rumorología popular ha llegado incluso a asegurar que se trataba de los restos de “Juanillo el de la Pluma”, un hombre desaparecido años atrás en extrañas circunstancias.

El juez de Dos Hermanas, José Jurado Saldaña, atónito al leer la carta en la prensa, llamó al jefe de la Policía Municipal, para pedirle explicaciones de por qué no había sido informado de los hechos. Este le aclaró que los restos humanos no eran tales, sino que correspondían a la ‘Canina’ del Paso de la Muerte de la Hermandad del Santo Entierro, que se encontraban en tan mal estado que la Junta de Gobierno había decidido deshacerse de ella. El juez contrastó la noticia con el hermano mayor, quien le confirmó los hechos, por los que decidió no abrir diligencias para no ser objeto de chanza.
Sin embargo, unos días después, el juez de instrucción de Utrera, con cierto aire de indignación, llamó a su homólogo de Dos Hermanas recriminándole la tardanza en darle cuenta de la aparición de los restos y del envío de las diligencias sumariales. Por mucho que Jurado se esforzó explicándole que no eran los huesos de una persona sino de la ‘Canina’, fue en vano. El juez de Utrera exigía un informe forense, y los restos, que previamente fueron recuperados por tres hermanos del Santo Entierro, fueron analizados.

Restos de cartón piedra
El juez de Dos Hermanas, conocedor del pitorreo que esa orden va a suscitar, no ha tenido más remedio que encargar el informe forense a los médicos Rafael Ocete y José Caro quienes, con fina ironía y burla contenida, han concluido en su escrito, socarronamente, que “no se han encontrado restos óseos en la prueba pericial practicada al cuerpo y sí trozos informes de cartón piedra”. Las diligencias han sido sobreseídas.
La ‘Canina’, tallada en 1882 al parecer (los datos son confusos) por el albañil Manuel Ramos, es una obra de marquetería de escasa consistencia. Representa la alegoría del triunfo de la vida (la resurrección) sobre la muerte. El Paso de la Muerte, como se le conocía, o ‘la Tía Anica’, causaba miedo entre muchos vecinos, sobre todo los niños. Iba acompañado por música de capilla y precedió durante años a los pasos del Sepulcro y al de la Virgen de la Soledad. En los años 40 presidían el paso los cofrades José María Troncoso, Julían Carazo de Cos y José Rocha. Todos sus enseres solían guardarse en las casas de los cofrades José Caro Arias y Manuel Carballido Gómez. Hacía años que no procesionaba por su mal estado de conservación.

El Santo Entierro: Cuatro siglos de historia
Las primeras noticias de la Hermandad del Santo Entierro de Dos Hermanas datan de 1596. Ya a principios del siglo XVII poseía dos imágenes: la de Nuestra Señora de la Soledad y Nuestro Señor Resucitado. Tuvo ermita propia, pero en 1675 se hallaba ejecutando la obra de una nueva capilla dentro de la Parroquia de Santa María Magdalena. Las Reglas se aprobaron en 1724. Los Viernes Santo, tenía lugar la procesión de disciplina por las calles hasta llegar al pago de Las Cruces. Los hermanos de sangre se flagelaban a la lumbre de los hermanos de luz. Seis u ocho caballeros con hachas acompañaban al estandarte. En 1882 se incorporó al cortejo el Paso del Triunfo de la Santa Cruz sobre la Muerte, la conocida por ‘Canina’, protagonista de nuestra noticia hoy.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!