Muy oscuro se veía el final de las desavenencias entre Dos Hermanas y Coria del Río a consecuencia de haber retenido la justicia cabezas de ganado, que de Coria se introdujeron en terreno nazareno. Tras tener disgustos de gran tamaño por este motivo, el gobernador se presentó ayer en Dos Hermanas, acompañado del oficial Joaquín del Rey, y logró apaciguar los ánimos. Gracias a su persuasión y adoptando alguna que otra providencia gubernativa, logró restablecer la buena armonía entre ambas jurisdicciones.