El cantante malagueño vivió una de las mejores noches de su vida ante un público que llenó el teatro y que interactuó en todo momento con el artista
Hay personas que necesitan de un diván y de alguien que les oiga para contarle su vida, pero Pablo López se conforma con su piano y su público para ir desgranando su universo creativo y personal sobre un escenario. Ayer llegó con particular terapia a Dos Hermanas, a su teatro municipal, para la presentación de su disco debut, en la que, como no podía ser de otra manera, no faltaron las canciones, las historias y su piano.
Pasadas las nueve de la noche, el cantante malagueño hacía su entrada en el escenario municipal ante la aclamación del público que le esperaba y llenaba el patio del teatro. Con vaqueros y chaqueta de cuero negros, sobre una camiseta blanca, Pablo y su banda, dos bajos y una batería, empezaron con energía el recital, “como cuando te llevas mucho tiempo sin ver a tu novia y la coges con fuerza”.
Durante dos horas la simbiosis entre artista y público fue plena, en un ameno diálogo, en el que las protagonistas fueron las canciones cantadas y contadas por el artista. Ya que a Pablo López le gusta desgranar todos y cada uno de sus temas, explicando el origen de sus letras, la mayoría producto de noches en un bar.
“Uno tiene que ser consciente de lo que vives y lo que pretendes en la vida, y yo he venido al mundo para vivir noches como esta”, explicó. “Mi objetivo es buscar la mejor noche de mi vida y llevo muchos kilómetros a mis espaldas para conseguirlo”. Tras esta declaración de intenciones, con un tono no exento de pinceladas de humor, Pablo habló de “las cagadas” y de que hay que estar orgulloso de ellas y no arrepentirse. Habló de amor y de que cada vez le salen cuando compone más canciones románticas. “Será que ahora me quieren más”. Se confesó de un amante de los momentos y que lo que más le gusta de su profesión es “ver cómo el público siente una canción y se entiende”.
El concierto terminó por parte del artista suplicando amor y un público pidiendo más de Pablo López, quien volvió al escenario para vivir uno de los momentos más mágicos de la noche, cuando le cantó al drama de los desahucios y al hecho “de poner tener un sitio en el que vivir los momentos más importantes de tu vida”. Aunque tanto cantante como público estaban muy gusto, el espectáculo tuvo que llegar a su fin, pero para aferrarse un poco más al mismo, Pablo esbozó al piano un poco de Show must go on, de Queen, ante de su archiconocido Vi, que cerró un concierto que puso “el listín muy alto, en el techo del teatro, y nos ha regalado un nuevo marquito para colgar y tenerlo en el recuerdo”. Como también quedó para el recuerdo el ‘selfie’ que el cantante se marcó con su público.