Hace unos días, de nuevo, es convocada una huelga por el Sindicato de Estudiantes, y digo “de nuevo” porque me asusta la cotidianidad con la que se han realizado huelgas en el ámbito educativo y en muchos otros. Yo, como estudiante de Bachillerato no tengo palabras para describir mi grado de indignidad.
Indignado, porque es una falta de seriedad política, una muestra de ineptitud para el ejercicio del poder, un pérdida total del significado de democracia.
¿Por qué ha de aprobarse una ley en un aspecto tan importante como es la educación -que recordemos que es la herramienta que tiene el estado para garantizar la igualdad de oportunidades como bien nos contaron Rosseau y Montesquieu- cuando la gran mayoría de la comunidad educativa y la oposición se contrapone a ella?
¿Cómo tienen la osadía de recortar en educación a todos los niveles, unos señores que están siendo investigados por llevarse el dinero aprovechándose de todos los españoles?. Y ya no se trata de nombres, se trata de que cada telediario, cada comentario que se hace por la calle, viene a expresar el; Oye ahora han imputado al de… y están investigando a los de … Que vergüenza
Habría que preguntarles a los señores que nos gobiernan qué significa democracia. Y muy estimados señores míos, deben de huir del “como yo tengo más” “como la pelota es mía, ya no juega nadie”, no es serio para personas con tantas dietas, coches oficiales, etc… Ese sistema por los que algunos han dejado su vida, ha sido creado para beneficiar al ciudadano, no para aprovecharse de él.
Pero en fin, otra huelga, otra vez salimos a la calle porque no queremos lo que proponen, otra asistencia masiva,otra vez nos dejamos la garganta ante sus oídos sordos y otra vez se ríen del pueblo.
