Esperanza y utopía

0
- Publicidad -

LOS CRISTIANOS creemos en la bondad primera de la humanidad; es creada por Dios; pero sabemos, a fuerza de experiencia, que la fuerza del pecado es capaz de convertir las más loables intenciones, al cabo de algún tiempo, en corrupción, en inautenticidad y en vacío. La esperanza de los cristianos se vive en la tensión de vivir el mundo como sacramento del amor del Padre, que nos invita a realizar histórica y concretamente su Reino de paz y de justicia, y la esperanza última de la resurrección que restaña cualquier herida que la violencia y la irracionalidad de este mundo, a veces inmundo, infringe a los más débiles.

Somos personas de utopía, que buscan plasmar en lo concreto la voluntad de Dios para con su pueblo. Somos personas de esperanza que, fundados en el amor de Dios, mantenemos la paz y la lucha cuando todo parece que está en contra. Somos personas que  buscan en lo concreto y lo sencillo la mano de Dios; y allí donde otros no ven sino oscuridad, porque aun no ha amanecido, nosotros contemplamos el lucero de la mañana.

En un trabajador pobre, en un profeta que anuncia el evangelio del amor, los discípulos son invitados a contemplar el rostro del Padre: “Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”. Los sacramentos son siempre pequeños, son siempre humildes, son siempre cotidianos –agua, aceite, pan, vino… un hombre que parece un hombre cualquiera-. Pero en esos acontecimientos aparentemente insignificantes está la fuerza y la luz del Padre que nos conduce a su Reino.

- Publicidad -

Tú también estás llamado a amasar con tus manos signos con los que compartir la esperanza con los humildes y sencillos.

 

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!