Aunque en breve comenzará la urbanización de las cuatro parcelas para su unificación
La Fundación Loyola ya no tiene una necesidad imperiosa por trasladarse a su nueva ubicación en la zona de Entrenúcleos. Abengoa le ha cedido más espacio a la universidad en su sede actual de Palmas Altas por lo que la institución ha decidido tomarse el proyecto a un ritmo más pausado para desarrollarlo más y con mayor calidad.
Así lo ha confirmado su responsable de infraestructuras, Manuel Molina Trujillo, quien ha asegurado que ya no se plantea iniciar la formación en el parque de investigación y desarrollo Dehesa de Valme en septiembre de 2015, sino que este traslado se podría hacer efectivo entre los años 2016 y 2017. La universidad quiere aprovechar esta oportunidad para poder desarrollar un proyecto “más pausado, concienciado y sólido”.
Cuando se puso en marcha el proyecto, comenta Manuel, lo hizo “con una prisa espectacular por trasladar todos los grados al campus de Dos Hermanas por la falta de espacio en Palmas Altas”. La idea era ir haciendo las obras conforme se fuesen desarrollando los proyectos de ejecución. Con esta bolsa de aire suministrada por Abengoa, Loyola ha optado por un proyecto de ejecución único y convencional que estará listo en los próximos tres o cuatro meses.
Previamente, la universidad va a acometer la urbanización de las cuatro parcelas con las que cuenta en Entrenúcleos con la intención, comenta su responsable de infraestructuras, de unificarlas en una. Para esta actuación, paralela a la de la construcción del campus, ya se cuenta con los proyectos detalle y de ejecución, en el que se contempla el desvío de los servicios afectados y la construcción de nuevos viales.
Se espera que estas obras se inicien en un plazo de un mes y tengan una duración aproximada entre unos tres y cinco meses. Una vez se termine con la urbanización, según Molina Trujillo, “hay una alta probabilidad de que se continúe con las obras de la primera fase del campus, aunque también se puede dejar unos meses de respiro, dependiendo de las necesidades”. Lo que sí se tiene claro desde la fundación es que “no se quiere perder el ritmo una vez se inicien las actuaciones”.
Fases del proyecto
El proyecto de construcción del nuevo campus nazareno de la Universidad Loyola se ha estructurado en cuatro fases, en la que se atenderá en cada una de ellas a unos 2.500 alumnos y alumnas. La primera fase, según el responsable de infraestructuras, será la más compleja, ya que se tendrá que acometer los servicios comunes y de la actividad docente. Las siguientes fases se limitarán a ampliar el aulario con nuevos edificios, en una media de 2 años entre fase y fase.
{xtypo_code}Reunión de la comisión
Está previsto que mañana jueves, según Manuel Molina Trujillo, se celebre la primera reunión de la comisión de seguimiento constituida entre el Ayuntamiento y la Universidad Loyola el pasado mes de diciembre. La idea es tratar el tema de la urbanización en esta comisión para licitar y comenzar ya con las obras.{/xtypo_code}