1971. La banda “Legión Nazarena” de Dos Hermanas estrenará una escuadra de gaiteros en la próxima Semana Santa

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1801Marchas procesionales con sones celtas es la innovadora apuesta de estos jóvenes nazarenos que desde 1964 pasean su música por Andalucía

La Semana Santa de Dos Hermanas contará este año con un estreno añadido al que presentan las hermandades, concretamente un estreno musical que evocará con sus notas a culturas de latitudes más nórdicas. La Banda “Legión Nazarena”, estrenará una escuadra de gaiteros. Los sonidos de doce gaitas celtas se mezclarán en las calles nazarenas con los de las tradicionales cornetas y tambores. Marchas procesionales a ritmo de gaitas. Nos aseguran los miembros de la banda que, en los ensayos que llevan a cabo en los almacenes frente a la Fábrica de la Luz, el experimento “suena muy bien”.

La “Legión Nazarena” se está haciendo un hueco en el universo de las bandas de música. Para la próxima Semana Santa ya tienen contratadas cofradías en Sanlúcar de Barrameda, Estepa, Arriate, Setenil y Arahal.
Su origen se remonta a 1964. Varios amigos del entorno de la Avenida de Andalucía (Manuel Carballido, Francisco Rubio, Vidal y Fernando “el Nene”), amantes de la música, comenzaron a organizar rifas. Con el dinero obtenido compraron tres cornetas y varios tambores. Más tarde se sumaron otros amigos de las Casas Baratas y empezaron a ensayar en el naranjal junto a la Casa de Ejercicios, cerca de la nueva autovía. Su debut oficial se produjo el 5 de enero de 1965, acompañando a la Cabalgata de Reyes Magos de Dos Hermanas. A falta de uniformes, alguien propuso disfrazarse de moros, aunque finalmente decidieron vestir con vaqueros y camisa blanca.

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1802De “La Estrella” a la legión
Desde entonces, muchas cosas han cambiado. Para empezar, el nombre de la banda. La primera denominación en la que pensaron fue “Nuestra Señora de la Estrella”, pero todo dio un giro con la llegada de un nuevo personaje: Juan Sánchez Hernández, legionario recién salido del cuerpo, residente en Cerro Blanco, que un día llegó y se ofreció a enseñarles a tocar marchas. Juan “el de la Casilla” (sobrenombre con el que se le conocía) fue  quien les dio la idea de que la banda fuera “como la de la legión”. Y dicho y hecho. Hasta Sevilla se fueron a comprar el uniforme (con el que posan en la fotografía superior) y con el nombre “Legión Nazarena de Dos Hermanas” tocan desde entonces en todas las festividades adonde los llaman.

La banda no solo se ha hecho popular en Dos Hermanas, donde ya ha acompañado en la diana matutina a la Romería de Valme y ha tocado en fiestas como la Asunción, sino también en otros pueblos, como en Utrera, donde acompañan a la Hermanad del Cristo de los Gitanos. El espectáculo visual de los dos porristas y la interpretación de rumbas obligó a esta hermandad a pedirles que dejaran de tocar en plena procesión, ya que el público se detenía a presenciar la banda y dejaba solos a la Virgen y el Cristo.

Un millón de anécdotas
Pero no ha sido la única anécdota que han vivido estos simpáticos jóvenes. Visitar tantos pueblos da pie a escenas inolvidables, como aquella en la Romería de San Roque, en Almensilla, cuando el Cristo, que iba arrastrado por una carreta de bueyes, se partió por la mitad. En el autobús de regreso, los miembros de la banda le sacaron la letra de una sevillana.

También muy divertido fue lo que ocurrió en Niebla, cuando llegaron a un pueblo solitario y les pidieron que tocaran… en las calles desiertas. A pesar de la extrañeza, así lo hicieron, hasta que llegaron a la plaza de toros, donde el pueblo entero les recibió con una ovación e hicieron un paseíllo memorable con gran lucimiento de los dos porristas.  
La Banda Legión Nazarena no tiene ánimo de lucro. Para contratarla, encontrarán a su nuevo representante, Manuel Osuna (alias Quirós) en el Ayuntamiento.

{xtypo_code}Y la cabra… se la comieron
No hay banda de legionarios sin su correspondiente cabra… o sí. La Banda “Legión Nazarena” de Dos Hermanas no desfila con ninguna cabra. A decir verdad… se la comieron. Les regalaron un becerrito en la localidad onubense de Manzanilla, pero el animal o no se adaptó o no fue correctamente instruido, ya que embestía continuamente. El becerro nunca salío en desfile y nadie en la banda se quiso hacer cargo de él, así que varios de sus miembros decidieron… comérselo en una caldereta. Es una de tantas anécdotas de esta peculiar banda, de algunos de cuyos miembros más emblemáticos ofrecemos aquí algunas fotos.{/xtypo_code}

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