Ana Mª Junguito pronunció un pregón desde un corazón plagado de vivencias y recuerdos rocieros
El Rocío no está en su nombre, ni falta que le hace, sino que se encuentra en todos los momentos de su vida. Con estas palabras comenzó definiendo Isidoro Junguito a su hermana, Ana María, encargada el pasado domingo de pronunciar el pregón anunciador de la Romería del Rocío, que puso fin a los cultos en el seno de la Hermandad de Dos Hermanas. Una mujer, prosiguió su presentador, “mariana y rociera por los cuatro costados, desde su cuna hasta este atril, que siempre lo ha llevado a gala”.
Y es que el apellido Junguito siempre ha estado muy vinculado al Rocío y a la hermandad nazarena, gracias a la figura del patriarca, ya fallecido, que fuera hermano mayor de la corporación y pregonero de su romería. Por ello, su figura, su recuerdo, estuvo muy presente. Abrió y cerró un pregón, en el que Ana María quiso tener un recuerdo para “una persona que desde las marismas azules ha sido mi inspiración”. Por ello, quiso, en palabras de la pregonera, “que caminaras junto a tu carreta una última vez y que pregonaras a tu gente una vez mas”. Recorriendo el pregón, en varias estampas del mismo, la figura metafórica de un padre con su hija que van haciendo el camino junto a la carreta del simpecado, compartiendo con ella reflexiones y momentos del Rocío.
Y esta fue otra de las claves del pregón de Ana María Junguito, que estuvo cargado de vivencias y recuerdos en torno a la Blanca Paloma. Diseccionando lo que para la pregonera es el Rocío, “un sentimiento que, cuando cala de verdad, prende una llama en tu corazón que perdura toda la vida”. Y para poner fin a su pregón, Ana María abrió un poco más su corazón, haciendo una declaración de emociones y exaltando a los cuatro vientos, como cantaba la sevillana, que “es tan grande el consuelo que mi alma siente hoy que durarán mis anhelos eternamente”.
Clemente Alcántara y su visión del Rocío
La Hermandad del Rocío presentó el pasado sábado, durante el último día del Triduo, el cartel anunciador de la próxima Romería del Rocío. Su autor este año ha sido el pintor nazareno Clemente Alcántara, quien vuelve a la primera línea de los carteles anunciadores, tras pintar en el año 1988 el cartel de la Romería de Valme y en 1992 el de la Feria de Mayo.
Fue el propio Alcántara el que se ofreció a la junta de gobierno de la corporación a la realización de esta obra en la que, el artista tenía claro que la protagonista debía ser la Virgen del Rocío, en una estampa no propia de la romería, ya que la Imagen luce en el centro de la creación pero vestida de pastora. Bajo sus plantas, una estampa de romeros y tamboril, tras la que se ubica el único guiño local de la pintura: la parroquia de Santa María Magdalena.
Mes y medio ha dedicado Alcántara a la ejecución de esta obra, desarrollada en óleo sobre lienzo, y que en los próximos días comenzará a ver la luz, a modo de cartel, por los establecimientos de la ciudad. Ahora, el pintor se quiere centrar en pintar a los titulares de la Hermandad de San Benito de Sevilla.