1953. La llegada de las Vespa revoluciona el transporte urbano en Dos Hermanas

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1601Los propietarios de estas elegantes y rápidas motocicletas se reúnen los fines de semana para hacer pequeñas excursiones

Las ruidosas e incómodas motos de toda la vida tienen ya certificado de defunción. Han llegado a Dos Hermanas, transformando su paisaje urbano, las “Vespa”. El “culpable” de la aparición de estas utilitarias y elegantes motocicletas en nuestrop ueblo es el empresario Manuel Rodríguez Martín, a quien el Marqués de Villaverde propuso, durante una cacería, convertirse en delegado de ventas exclusivo de la marca Vespa España en Dos Hermanas, lo cual quedó rubricado tras una reunión en Madrid.

Este empresario nazareno compró hace unos meses el taller que Miguel Romero Ganga tenía en El Arenal, esquina con calle Real, manteniendo a este último de mecánico. Tan bueno ha resultado en su profesión que Miguel (conocido ya por ‘Miguel el de las Vespas’) se ha convertido en referencia en la provincia de Sevilla para cualquier tipo de reparación de estas motos.

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1603En un mes se venden ocho

El número de unidades vendidas en Dos Hermanas se eleva ya a 8 y en toda Europa se acerca al medio millón; y los puntos de venta, a los diez mil. Su popularidad no sólo se debe a ser una solución al problema de la movilidad (ideal para pequeños viajes), sino también a su atractivo diseño. Sus propietarios incluso se reúnen los fines de semana para hacer excursiones.

1602Símbolo de libertad
Como se aprecia en la imagen derecha, en la que se observa a un grupo de jóvenes de Dos Hermanas circulando por una carretera de la provincia con sus Vespas (alguna, como la segunda, con la incorporación del invento del sidecar), este vehículo de tecnología y diseño italianos se ha convertido en todo un descubrimiento juvenil y va camino de erigirse en un mito de la libertad.
Aunque las primeras Vespa aparecieron en Italia en 1946, el modelo que se comercializa en España desde este año incorpora grandes avances con respecto a la original: una potencia mejorada, que alcanza los 5 CV, y una velocidad que puede superar los 75 kilómetros por hora.  Permite a los más jóvenes (y no tan jóvenes) no depender de los medios de transporte tradicionales para hacer un pequeño viaje o una escapada los fines de semana. Como dijo el dueño de la empresa Piaggio, Enrico Piaggio, al verla, la moto “sembra una Vespa” (“parece una avispa”). Y su nombre no puede ser más preciso: la Vespa, como la avispa, es individualista, independiente y amante de la naturaleza. Al volante de ellas, será más fácil sentirse libres.

 

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