Durante 25 años se ganó al pueblo con su carácter afable. Trabajó con afán para reconstruir la iglesia tras el incendio del 36
Aconsecuencia de un cáncer bronquial falleció ayer, 12 de septiembre, el que durante más de 25 años fue párroco de Dos Hermanas, D. Manuel García Martín. Los jóvenes de Acción Católica, con quienes les unía un lazo especial, y en general todos los nazarenos, han sentido mucho su muerte. Coinciden quienes le conocieron en que su carácter complaciente y amistoso, su fina cortesía, su tacto en el trato social y su oratoria acertada hicieron de él un sacerdote muy cercano a los feligreses.
Doctor en Teología, este hombre nacido en Montellano llegó en 1926, a propuesta del Cardenal Illundain, a Dos Hermanas, donde ejerció su apostolado hasta la fecha de hoy. Muy solidario con los pobres, fundó el ropero para ancianos y niños pobres y dio su autorización para la restauración de la imagen de Santa Ana. Suya fue también la idea de construir la verja y plantar el arbolado que protege la ermita de la Virgen de Valme. Sin duda sus peores momentos los vivió a partir del 19 de julio de 1936 cuando, tras el incendio de la parroquia de Santa María Magdalena, puso todo su empeño en la reconstrucción del templo. Muchos nazarenos trabajaron en el proyecto, aportando un día de trabajo gratuito.
Antes de la guerra, durante la República, se enfrentó al gobierno municipal socialista, que impuso un impuesto al toque de campanas de la iglesia. Acabó ganando el pleito.
Hoy, después de haber sido velado en su domicilio, en calle Antonia Díaz nº 26, será enterrado en el cementerio municipal ante la presencia de cientos de nazarenos. Rogamos una oración por su alma.
