Dos Hermanas se coloca en primera línea del deporte gracias a una temporada redonda para su club de waterpolo
Si hay un deporte que ha experimentado un crecimiento notable en las dos últimas décadas ese ha sido sin duda el waterpolo. Un avance que ha sido patente en las últimas temporadas en la ciudad de Dos Hermanas donde su club local se ha situado entre los mejores del panorama nacional. El CW Dos Hermanas-Emasesa es uno de los seis conjuntos nacionales, y el único andaluz, que tienen la suerte actualmente de contar con dos equipos en las máximas categorías, el femenino en División de Honor y el masculino en la recién ascendida 1ª Nacional.
Preparando a los mejores waterpolistas
Entrevista a Rocío Atienza. Presidenta del CW Dos Hermanas-Emasesa
Un año histórico para el waterpolo nazareno y que ha puesto la guinda a tres temporadas imparables para ambos conjuntos. El equipo masculino, tras abandonar la temporada pasada la tercera división y hacerse un hueco en la segunda, ha visto esta temporada cumplido su sueño de alcanzar la primera categoría nacional. Por su parte, uno de los grandes logros de la temporada para el equipo femenino ha sido su debut europeo en la liga LEN Trophy, además de proclamarse subcampeonas de la Copa de la Reina. Competición en la que ha tenido representación en los dos últimos años tras alcanzar la categoría de División de Honor.
A lo que hay que sumar la inclusión de Lucía Trinidad y Lorena Miranda en la selección nacional que participa en la Liga Mundial Femenina de waterpolo. Y a las que también se ha sumado el nazareno Ruper Sánchez, como director técnico de waterpolo de la Federación Andaluza de Natación y delegado de la misma en Sevilla, ayudando al seleccionador nacional Miki Oca. La selección ha logrado el pasaporte para la final de la World League 2011.
Un logro internacional con sello nazareno y que sirve de ejemplo del potencial deportivo que atesora el club entre sus filas. Plantilla que se nutre sobre todo de la base, de su cantera, ya que a los equipos senior masculino y femenino, se suman los juveniles y cadetes, tanto masculinos como femeninos, un conjunto infantil mixto y las escuelas y preescuelas deportivas municipales. Factor que preludia una larga vida al waterpolo nazareno.
