Con tres dormitorios y cuarto de baño individual, las viviendas se levantarán en suelo cedido por el Ayuntamiento
El acusado problema de la vivienda en Dos Hermanas va poco a poco subsanándose. Ayer, 28 de diciembre, apareció en el Boletín Oficial del Estado una disposición del Instituto Nacional de la Vivienda por la que se anuncia la subasta-concurso de las obras para construir 120 viviendas protegidas a las afueras de nuestro pueblo. Se culmina así la entusiasta labor del alcalde, Fernando Fernández Martínez, obsesionado en estos últimos nueve años por dignificar la vivienda de la clase obrera nazarena.
Expertos en el ramo de la construcción ya han elogiado la distribución y calidad de las viviendas. Cada una de ellas constará de tres dormitorios, comedor, cocina, cuarto de aseo individual, lavaderos y servicios. Se alzarán en un lugar privilegiado, lindando con la nueva desviación de la carretera nacional de Madrid a Cádiz, con lo que se revalorizarán con el paso de los años. Ocuparán una superficie de treinta mil metros cuadrados, donados generosamente por el Ayuntamiento. Ya se valora la posibilidad de denominar a la nueva barriada con el nombre de “Nuestra Señora de Valme”, aunque este dato aún no es oficial.
Ahora lo realmente importante es que no se produzcan retrasos y que las viviendas se levanten con la misma rapidez con que lo hicieron las 75 casas de “Coca de la Piñera”, en el solar de “El Palmarillo”, mediante el modelo de préstamo del Instituto de la Vivienda, anticipo de la misma entidad y aportación del Ayuntamiento nazareno.
El presupuesto de la contrata asciende a 6.074.436,23 pesetas y ya ha sido asignada al reputado contratista sevillano José Martínez Haro, al que ya se le han encargado obras anteriores. Los planos del proyecto han correspondido a los ilustres arquitectos Antonio Delgado Roig y Alberto Barbontín de Orta.
Felicitaciones al alcalde
Fernando Fernández Martínez ha sido felicitado por este gran logro. Nunca antes se habían construido tantas casas de una vez en Dos Hermanas. Accedió a la alcaldía de Dos Hermanas por designación del gobernador civil el 6 de marzo de 1944, sustituyendo a Manuel Aguilar Cantero. Siete años después (el 6-3-1951) fue nombrado hijo adoptivo de Dos Hermanas, en agradecimiento a su labor. Entre sus logros destacan la ampliación de la Casa Ayuntamiento, la construcción del Cuartel de la Guardia Civil, el Centro de Alimentación de Madres lactantes, los comedores infantiles, el Asilo Municipal, el embellecimiento de calles y plazas, así como su cooperación para la construcción del Colegio de Huérfanos Ferroviarios, próximo a su terminación.
