El corcel de cuatro años se hizo con el Gran Premio Ciudad de Dos Hermanas
La cuadra Río Cubas, con la preparación de José Carlos Fernández, fue la gran protagonista de la jornada inaugural de la temporada de invierno en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner, pues dobló victoria con los dos caballos que presentó, Doende y Sandulces, que, rompiendo la práctica totalidad de los pronósticos, se impusieron, respectivamente, en el Gran Premio Ciudad de Dos Hermanas, una de las pruebas estelares del calendario nazareno, y en el Premio Cruzcampo, la primera manga del hándicap.
No le ha podido salir más rentable la apuesta que, por el ciclo invernal de Dos Hermanas, han hecho tanto la cuadra como el entrenador, quien, procedente de Madrid, estabuló a más de una decena de purasangres en los boxes del hipódromo nazareno para que compitan durante todo el meeting. A las primeras de cambio, y pese a la durísima competencia que ofrecía el lote de veinte unidades que tomó la salida en los 1.800 metros del gran premio reservado para caballos y yeguas de origen español, vieron recompensado su esfuerzo con un triunfo de postín y con los 25.500 euros que había reservados para el ganador del mismo.
Nada más darse la largada, Doende, dirigido magistralmente por Borja Fayos, aprovechó el hecho de salir por el cajón número uno para colocarse en cabeza del pelotón y, así, evitar los problemas de tráfico que aparecerían en el corazón del grupo con tantos participantes en liza. Una vez asegurada una buena ubicación, el cuatro años de Río Cubas, ya ganador en Dos Hermanas el invierno pasado, cedió la punta a Ilusionista. Éste tiró con ímpetu, imprimiendo un buen paso, mientras los grandes favoritos en los pronósticos, Suntuoso, Atlántico y Volapie, galopaban cómodamente y bien situados en la tercera línea del pelotón, tras la grupa de un Camuray que pintaba más que bien.
{xtypo_rounded_right4}25.500 euros
recibió Doende, ganador del Gran Premio Dos Hermanas{/xtypo_rounded_right4}
Llegado el derecho, se desató la batalla: Ilusionista se hizo fuerte pegado a palos y aguantó la primera embestida de Doende por el segundo carril mientras Camuray seguía sin perder comba; Atlántico se vino abajo, Volapie aguardaba su momento por dentro y Suntuoso, por el exterior de la pista, encontraba el camino libre. A doscientos metros para la herradura de meta, Doende rebasó a Ilusionista, y Suntuoso protagonizó un interesantísimo acelerón que lo juntó con los de cabeza.
Parecía que el remate final del gran favorito le valdría el triunfo, aunque debió conformarse con la plata ya que Doende resistió para cruzar la meta en primer lugar. Ilusionista acabó tercero, culminando una gran actuación y volviendo a ofrecer el sobresaliente nivel que ya exhibió el año pasado en Dos Hermanas. Sirva su caso para ejemplificar una de las máximas del turf: hay caballos que sólo se sienten a gusto en determinados hipódromos.
Ningún apostante acertó el trío final, que quedó desierto y dejó un jugoso bote para la jornada del próximo domingo.
Igualmente inesperado fue el triunfo del otro Río Cubas, Sandulces, que, con la ‘jockette’ Claudine Cazalis en su lomo, se impuso por una nariz a Arathorn (fue necesario recurrir a la foto-finish) en la que fue, sin duda, la llegada más bonita de tan agradable primera jornada. Nada más romper a galopar los doce corceles que se midieron en el Premio Cruzcampo, Sky Blue y Sandulces escoltaron a Icarus, que se encargó de lanzar la prueba, mientras que los favoritos sobre el papel, Blackberry Boy y Aratan, galopaban juntos tras ellos. En los metros finales, Sandulces dejó atrás a Sky Blue y, cuando parecía que el triunfo sería suyo, llegó un postrero y valiente remate por todo el interior de Arathorn, al que le faltó un tranco más para meter su hocico por delante del de su oponente. Un solo acertante del trío se llevó uno de los dividendos más altos que se recuerdan en el Javier Piñar Hafner: 2.167 euros.
En la segunda parte del hándicap, Premio Coca Cola, también hubo sorpresa, pues la victoria correspondió a Gioconda, que, con unos livianos 50 kilos, lideró de punta a punta con la monta del prometedor aprendiz Jorge Manuel Sánchez Cuevas, quien sostuvo en lo más alto a la yegua de la cuadra Las Águilas pese al ataque de Covelo, que portaba 12 kilos más. Si la diferencia de pesos de uno y otro no hubiera sido tan amplia, seguramente el triunfo habría sido otro. El trío lo completó Olina.
