La habilidad de los exornistas de la Hermandad consigue reparar los desperfectos causados por el fuego la noche anterior
Desde que, en 1894, se empezó a celebrar la Romería no se recuerda una víspera más ajetreada y tensa por los nervios que ésta de 1925. La carreta de la Virgen de Valme sufrió un aparatoso incendio en la noche del sábado 24 de octubre (víspera de la peregrinación), cuando se efectuó la prueba del alumbrado eléctrico.
Las condiciones lamentables en que quedó la carreta obligó al Hermano Mayor de Valme, Manuel Andrés Traver, a improvisar una ornamentación nueva para el día siguiente. Traver se estrenaba este año en el cargo de Hermano Mayor, por lo que no ha podido empezar de manera menos tranquila.
Plan de urgencia: tuyas
Sin embargo, la rapidez de actuación de Traver ha salvado la Romería, ya que rápidamente se dirigió a Sevilla en busca del exornista Francisco Pérez Lama, encargado del montaje estético de la Velada de Santiago y Santa Ana. En su coche se cargaron algunas flores de papel y otros adornos y, ya en Dos Hermanas, con la habilidad de Diego Justiniano y otros hermanos, además de una buena cantidad de tuya, se consiguió embellecer la carreta sin que se apreciaran los efectos del fuego. Como novedad, Justiniano ha introducido un arco en el frontal.
