Las organizaciones sindicales de clase han abandonado, durante años, su labor de ser una referencia sociopolítica necesaria para la clase obrera, podría parecer incluso que se han alejado del objetivo para el que fueron creadas, y que su función haya dejado de ser garante y valedora de los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, para verse convertidas en un engranaje más del sistema. En este sentimiento, consideramos que ha llegado el momento de que las organizaciones políticas de izquierda, el Partido Comunista, abanderen, por obligación, la defensa de los derechos de los trabajadores.
Con su desmovilización y falta de confianza en los líderes sindicales la clase obrera nos lo está diciendo claro: hay que actuar. Hay que comenzar a trabajar por un verdadero cambio, un cambio profundo capaz de remover las estructuras de este país, un cambio revolucionario y transformador que se traduzca en que los derechos conquistados con la sangre derramada por miles de trabajadores no se vean convertidos en papel mojado. La historia la hacen los pueblos, y los pueblos son los trabajadores y trabajadoras de este país.
El inmovilismo actual no ha de ser motivo para el desencanto. La crisis en la que estamos inmersos no puede desmotivarnos, por el contrario, tiene que ser el motor que nos mueva para ser capaces de conseguir que el Movimiento Obrero vuelva a tomar conciencia de su papel protagonista en la historia.
No queremos renunciar a que Comisiones Obreras recupere su necesario papel como sindicato de clase, tenemos que fortalecer nuestra militancia y afiliación en ella para organizar la lucha colectiva y para impedir que se convierta en instrumento del poder institucionalizado. Seguiremos apoyando y participando en todas las iniciativas que tenga nuestro sindicato en defensa de los trabajadores y trabajadoras, en concreto con motivo de la convocatoria de la próxima Huelga General.
Nuestro compromiso, el del Partido Comunista, es trabajar codo con codo con el movimiento obrero, con los parados, con los jóvenes, con las mujeres, con los más desfavorecidos de este país, sólo en este sentido tiene razón de ser el Partido Comunista. Por ello llamamos al compromiso, a la transformación, a la Huelga General Política, como objetivo estratégico.
Por nuestro pasado, por nuestro presente, por nuestro futuro.
