Rafael Jurado Castillo, “Caballero a la vaquera”

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Hace unos días, falleció en Dos Hermanas, Rafael Jurado Castillo, donde nació hace 79 años. Miembro de una familia dedicada casi en su totalidad al mundo de la equitación, y siendo Rafael el mayor exponente por su conocimiento, su amor y su pasión, así como por su trayectoria internacional.

 

Lo conocí allá por los años 70, en mi época de alumno de la Escuela de Peritos Agrícolas del Cortijo de Cuarto (Sevilla), cuando, en las horas que no teníamos clases, un grupo de amigos amantes de los caballos nos desplazábamos al picadero del Cortijo, donde Rafael ha estado más de 50 años muy cerca de “su” Virgen de Valme, para charlar con él y aprender de su sabiduría, de su manejo, de su destreza y de su arte montando a caballo.

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Desde entonces hasta sus últimos días, se ha dedicado a las dos pasiones de su vida, una su familia, Gertrudis su mujer y sus hijos Pepe y Rocío y la otra los caballos. Era un enamorado de su profesión, la que ejercía con gran constancia, oficio y buen hacer, lo que le llevó a ser el primer Campeón de España de Doma Vaquera, con su caballo Malandrín, un pura raza inglés impresionante.

Creó y fundó el espectáculo-carrusel ecuestre “Como bailan los Caballos del Cortijo de Cuarto”, con el llevó por toda Andalucía y parte de España el nombre de un lugar señero en el mundo de la agricultura y la equitación.

¡¡Que caballos tenía Rafael!! Justiciero, Nadal, Martinete, Cordonero, Acebuche, Malandrín, Bellman, etc., en todos estos años han pasado muchos caballos por sus sabias manos, ninguno se le resistía, siempre los llevaba a su terreno, que catedrático era. En su picadero de Cuarto, tenía caballos de todo el mundo ¿Cuántos habrán pasado por sus manos?

Muchos extranjeros de todos los países han pasado por el Cortijo de Cuarto, y todos se quedaban con la boca abierta aprendiendo el manejo, la sapiencia y de todo lo que sabía tanto de doma de Alta Escuela como Vaquera.

Recuerdo que representó a España en la Escuela de Equitación de Viena, que fue el primer profesor español que dio clases de equitación en Alemania, que el Rey de Etiopia de aquellos tiempos, vino al Cortijo para que le hiciera una exhibición y le vendió un caballo, y hasta el mismo Rey de España Don Juan Carlos I, le trajo un caballo para que se lo domara.

Amigo Rafael, te has ido pero tu nombre siempre estará ligado al picadero del Cortijo de Cuarto, has dejado huella, parece que te estoy viendo con tus botos, tus vaqueros y tu gorra campera y sobre todo porque has inculcado a tus hijos, a tu nieto Rafa y a muchos de tus amigos tu amor y tu pasión por un bello y grandioso animal como es el caballo.

Tus caballos del Cortijo de Cuarto están tristes, siempre se acordarán de ti, sus relinches y nuestras oraciones van por ti, Rafael.

Descansa en paz, amigo.

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