La alegría de ser elegido

0
- Publicidad -

(Lucas 3, 10-18) Muchas veces nos refugiamos en el nosotros, en la generalidad de lo que normalmente se hace, se dice o se vive. Nos sentimos cómodos cuando caminamos con el resto de la gente, aunque sepamos que no es el camino bueno del todo. Siempre es más difícil caminar sólo, y más si es contracorriente.

A Juan Bautista le preguntan unos y otros: “Y nosotros. ¿qué hacemos?”. Y él les responde con acierto y sinceridad. Pero la experiencia de Jesús es distinta. No se basa en consejos morales que pueden seguir la mayoría. Su interpelación es siempre personal: “Ven y sígueme”. Él no te trata como uno más de los de tu sector. No te trata como una maestra, o como un padre de familia, o como un estudiante, o como una trabajadora en el hogar. Jesucristo te mira a los ojos y te elige. Te elige porque te quiere. Te elige por tus cualidades y por tus defectos, pero te elige, en último término, porque te quiere. Y ese amor suyo te irá capacitando para la tarea que te ha elegido. En las situaciones de sombra y de oscuridad será tu luz. En los momentos de alegría, tu plenitud.

La próxima vez, cuando hables con “el de arriba” no le preguntes: “¿Qué tenemos que hacer ?”; pregúntale, más bien: “¿Qué quieres que haga, Señor; concedeme caminar siempre bendiciendo tu Nombre”.

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!