Señor director: en estos días no salgo de mi asombro e indignación al ver la actuación que está llevando a cabo uno de los candidatos que se presenta para hermano mayor de la Hermandad de Valme en las elecciones del próximo sábado,y que ya ocupó este cargo en el periodo 1994-1999. Por eso, quiero recordar a todos los hermanos que este señor fue el responsable directo de la mayor crisis que la Hermandad ha tenido en su historia reciente.
Hace diez años, yo me presenté como candidato en las elecciones de la Hermandad y este señor, que entonces era el hermano mayor, se dedicó a hacer campaña contra mi persona, buscando votos negativos para evitar que yo pudiera ser elegido como nuevo hermano mayor. No contento con eso, él y otro más (que ahora quieren volver al llevar las riendas de la Hermandad, aunque alguno no dé la cara y prefiera ocultar su nombre) me retiraron su apoyo inicial y se aferraron de tal forma al cargo que impidieron durante año y medio que la nueva Junta de Gobierno que yo presidía pudiera tomar posesión, saltándose a la torera las Reglas de la Hermandad y las Normas Diocesanas.
Tuvieron que venir tres decretos del Arzobispado, y una amonestación por grave negligencia a quien hoy es otra vez candidato a hermano mayor, para que éste dejara de obstruir y pudiera llevarse a cabo el preceptivo Cabildo de Toma de Posesión. Después hubo que hacer una auditoría de las cuentas y se descubrió que la Hermandad tenía una deuda de casi 22 millones de pesetas, lo cual obligó a tomar la difícil decisión de vender la antigua Casa Hermandad de la calle Canónigo. Así se pudo sanear la situación económica y empezar a salir del desastre que había supuesto la "brillante" gestión de este señor que ahora tiene la desfachatez de presentarse de nuevo a hermano mayor, sólo movido por sus ansias de figurar.
Y podría recordar también las dificultades que tuvimos para recuperar los enseres de la Hermandad, que se encontraban repartidos por domicilios particulares. ¡Algunos los tuvimos que recoger tirados en la calle, y otros no aparecieron nunca!
Así pues, me parece intolerable que en la prensa se hayan silenciado estos antecedentes, que son hechos objetivos que sucedieron no hace tanto tiempo y que no podemos olvidar, no sólo porque perjudicaron a personas concretas (como a mí), sino principalmente por el gravísimo daño que causaron a la Hermandad, dejándola dividida y arruinada.
Por eso, quiero llamar a la reflexión a quienes dicen que apoyan a este señor en su disparatado intento de volver a ser hermano mayor. A esos desmemoriados de mala fe, que incluso escriben artículos llenos de ignorancia y falsedad para defender a tan lamentable candidato, me gustaría decirles que este señor no tiene credibilidad ni autoridad moral alguna para decir o prometer nada, pues ahí está lo que hizo cuando fue hermano mayor: dejar a la Hermandad en la más absoluta de las ruinas.
Este sábado, muchos (espero que la gran mayoría de hermanos de Valme) diremos "no" a la vuelta de este señor, y apoyaremos con nuestro voto a Francisco Díaz Terrero, persona honesta y trabajadora, que garantiza la continuidad de la magnífica labor realizada en los últimos años por la Junta de Gobierno saliente.
