Pésimo partido del Consolación en el que los dos equipos marcaron en su propia portería
Partido para olvidar. Así lo pensará el Consolación y el propio equipo anfitrión, La Rinconada, tras conseguir cada uno de ellos marcar un gol en propia meta. Lamentable. El primer tiempo se inauguró con dos goles del equipo sevillano, con diferencia de un minuto entre uno y otro. El primero de ellos fue obra de José Carlos y el siguiente del guardameta nazareno Manolín, que lo coló en propia puerta. Esto fue lo único que dio de sí la primera parte, dado que ninguno de los dos demostró muchas más aptitudes cara a buen juego y mejores oportunidades.
En la segunda parte el conjunto nazareno trató de remendar su mala actuación. De Dios fue el motor principal de cierto buen juego por parte del Consolación, pero no bastó su ímpetu para mejorar la situación. Los locales trataron de perder tiempo sacando balones fuera y simulando lesiones. El equipo de La Rinconada dio muestras de compañerismo y colaboró para cederle un punto al Consolación, dado que un defensa del equipo local, Joaquín, tratando de despejar el esférico de su área tras un contragolpe nazareno marcó en su propia meta el único tanto que subió al marcador para los de José Antonio Rodríguez. En resumen, un partido nefasto que seguro no pasará a la historia.
