Hermano Mayor de Valme
“Animo a las hermandades a que hagan una carreta para que no se pierda la tradición”
José Ramón Gómez Tinoco se enfrenta este año a su última romería como hermano mayor de Valme tras siete años y dos mandatos. Aunque no es partidario de hacer balances con una lista de los logros conseguidos, José Ramón se despide dejando una hermandad “normalizada”.
Lo primero que hicieron sus padres al nacer José Ramón, además de inscribirlo en el registro, fue hacerlo hermano de Valme. De esta forma no es de extrañar que en su destino estuviese escrito el que, en algún momento de su vida, ostentase el cargo de hermano mayor de la Hermandad. Reto que está a punto de cumplir con buena nota, cuando en los primeros meses del año 2009 la corporación convoque elecciones y se ponga punto y final a sus siete años de mandato. A sus 52 años, José Ramón se declara un enamorado de Valme, a cuya fiesta ha inculcado su sello personal, logrando con el esfuerzo de todos los entes implicados que la romería dejase atrás los polémicos retrasos de los últimos años y que la Virgen marque el ritmo de un cortejo más organizado y vistoso. Su intención es seguir ligado a la hermandad, aunque con menos responsabilidad.
Este año se enfrenta a su última romería como hermano mayor de Valme. ¿Cómo lo está viviendo?
Con la inquietud propia de los preparativos de una romería, pero con la tranquilidad que te da la experiencia de llevar seis años organizándola.
Una vez que finalice su mandato, ¿tiene en mente seguir vinculado a próximas juntas de gobierno ?
Por orden Diocesana los mandatos están limitados a dos, pero me presentaré para las elecciones de febrero 2009, aunque sea con otra responsabilidad.
¿Qué balance realiza de estos siete años al frente de la Hermandad de Valme?
La junta de gobierno que presido nunca ha sido partidaria de realizar balance pero, en todo caso, hemos logrado en estos años normalizar la situación de la hermandad en todos sus ámbitos, tras varios años de dificultades, así como el hecho de haber aportado la renovación que creo que era necesaria en la hermandad al comienzo de nuestro mandato en el año 2002.
¿Ha sido uno de los grandes logros de esta junta la eliminación de los retrasos acumulados en los últimos años?
Esto ha sido un esfuerzo de todos, con la implicación de las fuerzas del orden público, así como la coordinación de la Delegación de Policía Local y Fiestas Mayores, pudiendo recuperar horarios de hace décadas. Pero, sobre todo, el hecho de que sea la carreta de la Virgen la que marque el ritmo, sin las interferencias de años atrás.
Otro aspecto destacable ha sido la recuperación de la capilla del Ave María, así como la construcción de la casa hermandad, ¿no?
Hemos recuperado buena parte del patrimonio de la hermandad, así como la adecuación y mejora de las instalaciones del Ave María, unas dependencias muy grandes y con muchas posibilidades, en las que siempre se pueden hacer mejoras.
Hablando de patrimonio, recientemente se habló de una posible demolición del arco de Doña María¿Cuál es la postura de la hermandad al respecto?
La hermandad ha mostrado su preocupación porque se respetase este sitio emblemático, punto de parada y referencia en la romería. El resto, los avances futuros de la SE-40 afectarán sólo a la romería en aspectos estéticos, ya que este nuevo viario atraviesa la carretera vieja en un paso elevado. Somos conscientes de que la romería no puede cambiar de sitio, aunque la carretera tenga menos amplitud o haya menos espacio en el cortijo de Cuarto por los planes urbanísticos.
¿Por qué etapa atraviesa la romería actualmente?
La romería ha alcanzado una etapa de esplendor difícilmente recuperable. Lo que se trata es de mantener el espíritu con el que se creó la romería, rendir culto a la Virgen de Valme, en una manifestación en la que convivan la parte religiosa y la festiva, sin que esta se anteponga a la primera.
El año pasado, por el corto número de carretas que acompañaron a la Virgen, parecía que peligraba esta tradición.Este año parece que se ha animado la cosa…
El año pasado realizamos un llamamiento porque nos preocupó la disminución en el número de carretas y este año se ha incrementado el número considerablemente, pasando de 13 a 19.
¿Qué puede ser más problemático a la hora de hacer una carreta, el dinero o la falta de tiempo?
Más que el dinero, es el esfuerzo que supone sacar cada año una carreta en la romería. Normalmente, y a diferencia de las galeras, suelen ser familias o grupos más reducidos que trabajan durante todo el año, cuando sus ocupaciones se lo permiten.
¿Hay alguna receta o fórmula para que no decaiga más el número de carretas?
Este año, además de la Hermandad de la Borriquita, se une la Hermandad del Rocío, con motivo de la conmemoración de su 75 aniversario. Sería una buena opción que las hermandades exornasen una carreta para garantizar que no se pierda esta tradición. Además, esta iniciativa beneficiaría la vida de hermandad en una época, quizás, de baja actividad. Por ello, animo a las cofradías a que hagan una carreta.
¿De dónde la viene su vinculación con la Hermandad de Valme y su romería?
Soy hermano desde los tres años y mi devoción a la Virgen tiene un origen familiar, ya que siempre han tenido mucha presencia en la vida de Valme. Antes de ser hermano mayor había tenido colaboraciones puntuales, sobre todo desde la organización de los actos del primer centenario de la romería, en el año 1994.
¿Cómo vivía la romería antes de ser hermano mayor y cómo espera vivirla a partir del año próximo?
Yo simpre iba a la romería a caballo y poco antes de ostentar este cargo hacía el camino, siempre muy pegado a la carreta de la Virgen. Así espero seguir viviendo las próximas romerías.
Como hermano mayor, ¿cuáles son sus sitios favoritos para disfrutar de la romería?
La salida de la Virgen en Los Jardines me parece muy bonita y alegre. La vuelta, que cada vez es menos íntima y tranquila, también me gusta mucho, así como la salida de la Virgen de la ermita, uno de los momentos de menos público.
