El auditorio se vuelca con el espectáculo de María Carrasco y Los Morancos

    0
    - Publicidad -

    maría carrascoEl derroche de arte de la niña cantante y el humor conocido de los dos hermanos se convierten en una fórmula de éxito

    A veces las frases hechas se cumplen. El pasado sábado en el auditorio municipal no cabía ni un alfiler. Literalmente. El recinto al aire libre apareció repleto de familias deseosas de ver en concierto a la televisiva María Carrasco y los más televisivos aún Los Morancos. Parejas mayores, familias jóvenes con niños en carritos, adolescentes… Mucho sabor popular y bocatas de chorizo entre un público entregado con la niña artista.
     

    María Carrasco se comió el escenario. Desparpajo no le falta a la joven de 13 años, que supo entonar al público (tampoco lo tenía difícil, con “cuatro autobuses llegados de Torrecera”, su pueblo natal) y dar lo mejor de sí derrochando voz y sentimiento. Nada más aparecer en el escenario llovieron los piropos y los aplausos que dieron paso al primer tema.

    - Publicidad -

    Abuelos
    Orgullosa de sentirse andaluza,  María lo cantó a los cuatro vientos en Andalucía, repasando el arte de los cuatro puntos cardinales de la tierra. Después, anunció con la expectación del público uno de los temas más esperados, Abuelo, de Raúl Cabrera. Con esta canción, María Carrasco se metió aún más si cabe al público en el bolsillo de sus vaqueros, mientras marcaba el ritmo con la pierna, tic que mantuvo durante todoel concierto. El estribillo fue coreado por el público, entre el que no faltaban, precisamente los abuelos, que no dudaron en entonar la letra y acompañar cada quejío de la artista con su correspondiente tanda de aplausos.

    públicoEl flamenco no podía faltar
    Seguidamente llegó el turno de una colombiana dedicada a Málaga, Entre la sierra y el mar. Aquí María Carrasco derrochó toda la voz que pudo, se quedó sola frente al público, sin los coros, y contagió al público de su alegría. Justo después llegó la canción más emotiva, La milonga del abuelo, que habla sobre el abandono de nuestros mayores  cuando la familia no puede hacerse cargo de ellos y el cariño que le siguen profesando los nietos; “los nietos quieren que vuelva a casa”, dice la canción.

    De nuevo aplausos a mansalva para dar paso a En lo alto del cerro de Palomares, tras los correspondientes agradecimientos y reconocimientos a Estrella Morente y El Barrio, a los que no tiene nada que envidiar con su arte sobre el escenario.

    Para despedirse, María Carrasco eligió un fandango. No podía faltar el palo que mejor defiende y que la encumbró hacia el estrellato televisivo.

    Después dedicó una nueva canción, “pasito a pasito”, a todos los jóvenes, especialmente a los de su pueblo, que habían llegado hasta Dos Hermanas la tarde del sábado para acompañarla.
    Finalmente, para no dejar a nadie con ganas de más, cantó la última, tras bromear con el público sobre si se iba o no se iba. En el recuerdo de los grandes, Rocío Jurado y Camarón, se desabrochó con Que no daría yo, con un público totalmente en éxtasis que la aplaudió a rabiar hasta que se despidió dando las gracias a todos los asistentes, “que os habéis quedado marcados aquí”, dijo mientras señalaba su corazón.

    Afluencia masiva
    El auditorio Los del Río registró un lleno absoluto en el concierto espectáculo de María Carrasco y Los Morancos. No se sabe bien si el público acudió con más ganas de ver a la joven cantante, a los humoristas, o a los dos por igual. Al terminar el evento, que duró desde las 22:00 horas en punto hasta aproximadamente la 1:00, los asistentes comentaban el buen rato que habían pasado y el acierto del espectáculo.Además de las gradas, se llenaron los parterres laterales de césped y cualquier hueco se volvía bueno para disfrutar del espectáculo. Tal era el colapso del auditorio, que las fuerzas de seguridad tuvieron que controlar el acceso al recinto.

    los morancos“Linda, no seas tan escatológica”

    Todavía recuerdan Los Morancos la primera vez que actuaron en Dos Hermanas a la desaparecida Discoteca 2001. Sintiéndose como en casa, improvisaron todo lo que pudieron, con la complicidad del público y el saber hacer de dos hermanos que llevan 30 años de carrera, y recordaron sus orígenes como auténticos ‘morancos’. Se echó en falta a Antonia y Omaíta, pero por el escenario pasaron ‘el facha y el rojo’, con su debate lleno de tópicos bipartidistas sobre la izquierda y la derecha, la homosexualidad y el racismo, cada cual más aplaudido por el público, gustoso de un humor popular, próximo y conocido como en la tele del salón. También hizo su particular aparición la vidente Rosa de Jericó, precedida por el poema de los badenes y las rotondas de Dos Hermanas, y los sin par Wilson y Linda, que dejó el top manta para ir al servicio ante las recriminaciones de su marido para que fuera más educada. Las actuaciones musicales al estilo Travolta pasadas por el tamiz de los hermanos, con striptease final incluido, y la conocida Pluma pluma gay cerraron la noche de humor entre aplausos.

     

    - Publicidad -

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí
    Captcha verification failed!
    La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!