Inolvidable hermano Antonio: Hoy quiero recordarte y hablarte como cuando estabas con nosotros. Ya tres largos años, que me parecen una eternidad, sin verte. ¡Cuántos recuerdos en tantos detalles diarios! A todas horas os tengo presentes. Ya estoy con mi pañuelo en la mano, no quería porque sé que vosotros estáis viéndome, tenéis esa suerte, yo no os veo pero os tengo en mi corazón.
¿Qué te cuento que tú no sepas? Que nuestros jóvenes se nos quedan en las carreteras y se matan entre ellos por cualquier cosa. Y tú siempre decías "que edad más linda". El ser joven es lo más hermoso, tenías razón, pero ya no se puede aconsejar nada a nadie, ni a jóvenes ni a mayores, nunca nos hacen caso.
Ya los pescadores no podrán salir a pescar y los agricultores tienen sus cosechas hechas polvo, y además no cobran sus duros trabajos. El trabajo del campo no es pagado con nada, siempre se ha dicho, nunca se termina, y al final las ganancias van para otros. En este mundo eso sucede la mayoría de las veces.
Ya también tenemos bicis por las ciudades, con las ganas que tuve de pequeña de tener una, pero nunca llegó el dinero para comprármela. Todavía pienso si estoy a tiempo de tenerla.
Sé que estarás riéndote de mis cosas, pero también triste de ver cómo van las cosas por aquí abajo. Fatal, mi querido hermano.
No quiero ser tremendista, pero cuando escucho estas cosas me hacen pensar. Hoy me he enterado de la edad que tiene nuestro sol, 4.400 millones de años. ¿Qué te parece Antonio? Así está el pobre mío tan echado a perder, y con el trato que le estamos dando dicen que dejará de brillar y morirá también, y no quedaremos nadie para contarlo.
Dicen que el universo es un pensamiento de Dios, tú que estás con Él, ruega por nosotros.
Recuerdo tantas cosas que me decías que no puedo olvidar ninguna. "Luisa, y el día que yo no esté en casa ¿qué pasará?, pués nada, sólo que tú no estás que era lo que más me importaba, porque desde entonces no tengo la dicha de verte ni de poder consolarte en las horas malas de tu vida. Todos necesitamos el apoyo de una persona como tú. Has dejado un hueco tan grande en mi vida que no puedo llenarlo con nada. Y como ves, todo va sobre ruedas, lo peor será el día que alguna de esas ruedas falle, y entonces, qué será.
Sólo recordar a todos los que te querían, que el día 22 es el tercer aniversario de tu marcha a la eterna felicidad. Celebraremos una Santa Misa por tu alma y también por todos los que están contigo. Te quisiera dar un abrazo especial, pero sólo puedo decirte que nunca te olvido. Tu hermana que siempre te echará de menos.
