En memoria de Juan Antonio Jiménez

0
- Publicidad -

Es doloroso escribir en primera persona o en nombre de todos y cada uno de los que en estos días no hemos podido ni querido evitar las lágrimas. Nunca una despedida resultó tan difícil. Nunca escribir unas palabras produjeron tanto desgarro. Unas palabras tan carentes de sentido como tu muerte. Una muerte atroz, injusta, inmerecida… 

Como todas las muertes, se podría decir, pero no. Tu sitio no está en el vacío. Tu lugar no es ocupar la nada. Cuando se ha vivido como tú has vivido, cuando se ha optado por lo que tú has optado, tu lugar está al frente, en la trinchera, dando la cara. Como siempre la diste, como nos enseñaste a darla.

Los que compartimos tu vida, tu militancia comunista, tú sabes camarada, no solemos frecuentar templos ni iglesias, nuestros textos no son las sagradas escrituras, pero si una frase tuviéramos que tomar de la liturgia, ésta sin duda sería “Bendita la rama que al tronco sale”.
Heredero de una vieja estirpe de militantes comunistas. Hijo de luchadores antifascistas, toda tu vida fue eso: trabajo, lucha, sacrificio y compromiso. Compromiso con tu gente, compromiso con tu clase, compromiso con tu Partido, compromiso por siempre y para siempre con tu familia.

- Publicidad -

Tu vieja barba no volverá a verse en asambleas, reuniones o manifestaciones. Tu análisis crítico, sarcástico, irónico pero siempre certero, no volverá a oírse, pero que sepas, camarada Juan Antonio, que cada vez que una bandera roja ondee al viento, esa barba, tu barba blanca, estará diciéndonos que hay que seguir, que la lucha continúa. ¡Hasta la victoria siempre!

 

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!