El Clipeus se dejó empatar ante el Fuentemar después de marcar tres goles
El Clipeus dejó escapar tres puntos de forma clara en tierras gaditanas, perdiendo de esta forma la opción de acercarse un poco más a la zona media alta de la tabla, y de paso, insuflando oxígeno a un rival que al descanso estaba más cerca del precipicio que de otra cosa.
El electrónico llegó a señalar un claro 0-3 ya avanzada la segunda mitad. Así se explica el desencanto del conjunto nazareno, que no supo jugar precisamente con la principal ventaja que le daba su rival, la ansiedad mostrada por su delicada situación clasificatoria. Un bajón en lo físico y un exceso de confianza podrían explicar lo sucedido, aunque esto tampoco debería servir de excusa.
El partido comenzó de forma muy fría, sin demasiado peligro en ninguna de las dos porterías y con los dos conjuntos más pendientes de su colocación en el campo que del juego en sí. Mientras el Fuentemar presionaba arriba sin que su trabajo surtiera demasiado efecto, los visitantes defendían a media cancha, lo que les bastaba para tener tranquilo a Iván Garzón. Los disparos lejanos e intentos individuales que no llevaban a nada eran todo el ‘peligro’ que ambos equipos generaban.
El principio del encuentro sí sirvió para ver las buenas maneras del joven canterano local Jesulito, que con su continua movilidad y habilidad no logró ser controlado en ningún momento por los de Carlos Pareja.
Justo antes del descanso iba a cambiar el panorama de forma radical con dos zarpazos casi consecutivos del Clipeus. Primero, tras una buena combinación de Mané y José Mari, que culminó el primero de ellos. Segundos después, tras un gran pase de José Mari, Leo certificó de forma prodigiosa. El 0-2 quizás era demasiado premio para el Clipeus tras lo visto en la primera parte.
El comienzo de la segunda mitad iba a traer más buenas noticias para el Clipeus, que amplió su ventaja después de que Ferrandis aprovechara un rechace para hacer el 0-3.
Los de Pareja habían conseguido el caldo de cultivo idóneo para controlar el partido, una amplia ventaja ante un equipo local cargado de necesidad y con urgencias por todo.
Seguramente en ese momento, ninguno de los presentes en las gradas del Fernando Portillo podía pensar que la cosa iba a tener un giro tan radical. Y fue a partir de aquí cuando el Clipeus se encargó de meter en el partido a los gaditanos con errores incomprensibles. El pequeño y hábil Jesulito se iba a convertir en la auténtica pesadilla de los jugadores nazarenos. Dos acciones suyas metían en el encuentro a una grada que ya creía en la machada. Esta se produjo tres minutos antes de la conclusión, cuando ya los gaditanos jugaban con portero jugador.
La reacción final del Clipeus no fue suficiente para alcanzar un triunfo que se escapó más por deméritos de los nazarenos que por méritos de los gaditanos.
Aún así, este empate sirve para que el Clipeus se coloque con 34 puntos, en mitad de tabla y en puertas de un calendario idóneo para seguir escalando posiciones. Eso sí, si la lección ha sido asimilada.
