1901. Huelga de brazos caídos de las obreras de yute, que piden 15 minutos para el bocadillo

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yuteAl lugar acudieron la Guardia Civil y cientos de nazarenos, deseosos de ver de cerca este inusual desafío

Grande fue el alboroto producido en Dos Hermanas el pasado miércoles 1 de mayo, cuando una huelga de brazos caídos en la Fábrica de Hilados de Yute provocó la intervención de la Guardia Civil y la concentración masiva a las puertas de la fábrica de cientos de nazarenos, deseosos de ver qué es una huelga, fenómeno desconocido hasta ahora en nuestro pueblo y por supuesto en esta empresa creada en 1872.
 
Una orden llegada de Bilbao
La huelga ha sido promovida por José María Izco Echeverría, militante de la Sección de la Asociación Internacional del Trabajo (A.I.T.). El vasco, de profesión mecánico ajustador, llegó a Dos Hermanas a principios de año para revisar los telares de la fábrica del Sr. Alpériz. Al comprobar las condiciones de trabajo de las obreras nazarenas, remitió un largo informe a su sindicato en Bilbao. A vuelta de correos, la AIT le pide que prepare una jornada de brazos caídos para reivindicar derechos elementales, como el de disponer de 15 minutos para consumir un bocadillo a mitad de la jornada.
 
Cunde el pánico
Los encargados de Secciones de la Fábrica de Yute, presas del pánico ante la parada de la producción, avisaron de inmediato a la Guardia Civil cuando Izco, acompañado de las obreras más aguerridas, hizo proclamación de la huelga. Las patrullas se apostaron a las puertas de la fábrica como medida de presión; a esa hora, la voz ya se había corrido por todo el pueblo y una gran masa de personas atravesó la vía del tren y subió por el camino de Alcalá para ver de cerca un aconteciento que había perturbado la apacible monotonía de Dos Hermanas.

El Sr. Alpériz, que se encontraba en Alcalá, regresó a Dos Hermanas nada más tener noticias de este fenómeno social y recibió a una comisión de trabajadoras reconociéndoles el derecho humano al bocadillo.  La huelga cesó de inmediato, aunque su instigador, José María Izco, fue “invitado” a regresar a su natal Bilbao y la misma Guardia Civil se brindó a acompañarle en el tren hasta Córdoba. Pero la mecha del sindicalismo parece haber prendido entre la masa obrera nazarena, donde ya se habla de crear una Sección de la A.I.T.

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yuteLas reivindicaciones obreras

Además del reconocimiento del “recreo” de 15 minutos para comerse el bocadillo (que hasta ahora se comía a hurtadillas), los trabajadores  de Yute piden más flexibilidad para ir a hacer las necesidades fisiológicas, que en muchas ocasiones son aguantadas por no ausentarse del puesto. Pero, sobre todo, reclaman la aceptación de la jornada de 8 horas, ya que ésta no se respeta ni en el turno de mañana ni en el de noche. Tampoco hay vestuarios para las obreras. 

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