Francisco Muriel, Pregonero de la Semana Santa 2006

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El próximo domingo, día 2, Francisco de Paula Muriel Rivas pregonará la Semana Santa nazarena. La cita será en el Teatro Municipal, a las 12:30 horas. Como presentador, el pregonero ha elegido a su tío, Casimiro Rivas, a quien admira y respeta. El joven empresario quiere sorprender a los cofrades con un pregón fresco,literario y, en cierto modo, innovador, en el que se reencontrará con los orígenes y con la intimidad de la estación de penitencia.

Francisco de Paula Muriel Rivas es un joven nazareno de 28 años, emprendedor, con inquietudes y acorde con su tiempo. Empresario y cofrade, es de la Borriquita “porque no podía ser de otra; me bauticé allí y también hice la Comunión. Para colmo vivo encima de la Casa Hermandad”, aunque después se fue vinculando a la Sacramental, Valme, Santa Ana y Oración en el Huerto. Cuando le propusieron dar el pregón de Semana Santa, no lo dudó. Sólo espera que quienes lo oigan salgan del teatro deseando, como él, que sea Domingo de Ramos.

¿Qué sintió cuando le dijeron que iba a ser pregonero de la Semana Santa?
Al principio, una alegría inmensa, pero luego te va entrando un pellizco por aquí, por el estómago, por la responsabilidad que supone. Me muevo en unos círculos en los que sabes que algún día te pedirán algo así, pero nunca lo esperaba tan pronto, no es normal designar a alguien tan joven. Pero cuando me lo pidieron, no lo dudé. Estaba encantado.

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Sé que no me va a contar nada del pregón pero, ¿podría adelantar al menos cuáles son sus motivaciones?
Te advierto que del pregón es de lo que menos vamos a hablar, aunque te diré que en él me he volcado del todo. Va Francisco Muriel en estado puro. Es un pregón diferente, literario, que supone una ruptura con los cánones y un reencuentro con la intimidad que se siente durante la estación de penitencia, cuando miras hacia dentro y te encuentras contigo mismo. Considero que es el momento más cercano a la inocencia de una niñez, a la ilusión que es la misma en un niño de cuatro años y en un hombre de noventa. Este pregón para mí va a suponer volver a los orígenes, que es la verdad de todo esto.

Recuerda algún pregón especial en su vida?
Está mal que yo lo diga, pero me encantó el de mi tío Casimiro Rivas. Yo soy muy crítico con él, pero creo que su pregón es de lo mejor que ha hecho. En Sevilla me quedo con los de Rodríguez Buzón, José María Rubio, Joaquín Romero Murube, porque rompe de forma drástica, y en los últimos años con Carlos Herrera o Joaquín Caro Romero .

¿Qué debe tener un buen pregón?
Aunque suene obvio, un pregón tiene que ser un pregón, no puede ser un alegato, ni un mitin ni un sermón. Tiene que conmover a la gente para hacerla vibrar con el único elemento de tu palabra y un atril. Un pregón debe hacer que la gente salga deseando que sea Semana Santa. Es una puesta en escena, poesía, literatura,…

Desde su punto de vista, ¿cómo ve el momento actual de la Semana Santa nazarena?
Dos Hermanas vive un momento dorado en cuanto a su Semana Mayor. La comparación con Sevilla es inevitable, porque allí se hacen cosas muy buenas. Pero aquí también y me consta que en ciertos aspectos la capital se está empezando a mirar en la provincia. En ámbitos como la formación, en trabajos de priostía, a nivel musical, en vida interna de Hermandad estamos a su nivel y además  tenemos tallistas, bordadores… 

¿Cuál es la labor actual de las Hermandades en Dos Hermanas?
Quitando el tema Semana Santa, que es el que más llega a la gente, es importante destacar el tema formativo. Las Hermandades son las células más vivas dentro de la Iglesia, tienen la suerte y la facilidad de llegar a la fe más básica. Además la Hermandad tiene la obligación moral de apoyar a sus hermanos, de alegrarse con sus alegrías, de crecer con ellos. Lo que hace falta es llevar esperanza, ilusión y juventud.

Hay quien habla de la endogamia de las Hermandades, de que sólo miran hacia ellas mismas.
Evidentemente, como en todo colectivo donde hay mucha gente, y sobre todo  en algunas Hermandades que en su estética y en sus vivencias están más cerca del siglo XVIII que del momento actual, es inevitable que pasen estas cosas y que haya fallos. Pero existen jóvenes que se están dando cuenta y están subsanando los errores. Hay muchos hermanos mayores jóvenes que tienen la idea de que la Hermandad, la Iglesia tiene que salir a la calle. El secreto no es que la gente se acerque a la Hermandad, sino que la Hermandad se acerque a la gente, que ofrezca sus manos para lo que haga falta. Existen grupos de formación que empiezan con niños pequeños, aunque no sean hermanos, con enseñanza de puertas abiertas. No se pretende que sean miembros de juntas, ni curas, sólo mejores personas. Si luego son extraordinarios católicos y cofrades, mejor todavía. Pero buenas personas, ante todo. Hacia eso caminan las Hermandades y el que no lo vea se está equivocando. La clave está en adaptarse a los nuevos tiempos .

Un momento de la Semana Santa nazarena.
Los instantes previos a la salida de la Borriquita dentro de la parroquia. El que lo haya vivido, le compensa para toda la Semana Santa. Los minutos anteriores a la apertura de las puertas, para el que sea cofrade es lo más bonito que se puede vivir en esos días. No hay nada más respetuoso que un cuerpo de nazarenos de niños.

A propósito, ¿usted es lo que se considera un capillita?
La vinculación con el mundo cofrade la he vivido por mi familia desde muy pequeño; sólo soy un joven más comprometido con mi Hermandad y con la Iglesia. Un capillita es un auténtico ‘jartible’ que no se pierde una cofradía, un quinario, un besapié. Pero hay que respetarlo. Parece que sólo es el que va a lucirse por las iglesias, pero es una persona con unas profundas creencias, que le gusta el mundo cofrade y que vive todo el año por y para las Hermandades.

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